Este balneario que tiene 1.5 km de extensión y cuenta con la ventaja de tener un entorno menos urbanizado. El nombre de esta localidad se debe a dos razones: por un lado tenemos punta que hace referencia a la península y tralca que significa ‘trueno’ en mapudungun. La razón de nombrarla Tralca es por el sonido que hacen las olas al momento de reventar con las rocas que asemejan su sonido al de un trueno.

Esta península tiene una extensión de 600 metros y su valor se debe a su geografía, la vida que alberga y sus características geológicas, la cual fue declarada geositio en marzo del 2018 debido a su interés geológico, ya que, a simple vista se puede apreciar el pasar del tiempo y la historia geológica de la zona. Por toda su riqueza natural y calma se vuelve el modelo ejemplar para ser ¡mi destino junto al mar!.

Esta playa de gran extensión posee arena fina y blanca. Además, cuenta con una plaza de juegos infantiles, estacionamientos y un Centro de Información Turística habilitado en temporada alta. El sector se ubica entre El Quisco centro e Isla Negra y se caracteriza por su enorme formación rocosa que se interna varios metros mar adentro llamada Piedra Del Trueno. Durante la época estival cuenta con salvavidas y en sus aguas también se practican algunos deportes acuáticos.

La península de la Piedra del Trueno es un promontorio o punta rocosa que avanza en el mar. La zona tiene una gran riqueza paisajística de flora y fauna, específicamente de aves que anidan en aquel lugar de interés geológico, contando con dos especies que se encuentran bajo una alta presión antrópica: el pequén y el cururo. Se destaca también la gran cantidad de especies que se encuentran en el ecosistema intermareal que bordea la piedra, invertebrados marinos y vistas panorámicas de 180°. Este promontorio tiene una altura de unos 30 mts.

Es un parque y mirador ubicado en Punta de Tralca. En este lugar, inicialmente, Pablo Neruda quería impulsar un proyecto para desarrollar el área dedicada a la cultura como legado al pueblo de Chile. En el lugar se encuentra una cabaña que evoca la posesión poética del lugar por el poeta, las esculturas de cabezas de piedra y la Mínima Catedral de acero, las que se recorren mediante un sendero que respeta la flora y fauna que habitan el sector. Desde Cantalao se puede disfrutar de una imponente vista sobre el océano inmenso y profundo. Hoy en día, este sitio está bajo tutela de la Fundación Neruda y no se encuentra abierto al público.

Es un lugar de gran interés para la observación de naturaleza y para aprender acerca de la biodiversidad del lugar. Cuenta con señalización de la flora y una pasarela de madera recientemente inaugurada, que conecta hacia la Playa de Punta de Tralca. Como todo humedal, representa una enorme riqueza natural y recreativa del sector.