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Sector extremo norte de la comuna se caracteriza por poseer gran parte de naturaleza, junto a las mejores vistas hacia el Pacífico, invitan a disfrutar de los regalos de la Madre Tierra.
El Quisco posee una amplia riqueza en biodiversidad, debido a que mantiene gran variedad de especies, tanto de flora como fauna, resguardada entre humedales, quebradas, laderas y parajes costeros. Es por tanto un destino de gran potencial si se busca realizar actividades de turismo científico, Birdwatching o similares.

Estás invitado a recorrer sus sectores naturales y empaparte de la biodiversidad local, siempre manteniendo el debido respeto y cuidado al entorno, siendo parte de ¡mi destino con naturaleza!.

Uno de los corredores biológicos más importantes de El Quisco Norte,
funcionando como separador natural con la comuna de Algarrobo. En su interior se puede disfrutar de la naturaleza, contemplando campos de flora nativa y otras endémicas como el Chagual, aves nativas y una hermosa vista abierta desde lo alto al océano Pacífico. Subiendo por el bosque de eucaliptos se encuentra también un tranque que se usaba años atrás cuando aún no había red extensa de agua potable, por lo cual hasta hoy almacena agua que cae desde lo alto de la quebrada.

En el lugar se encuentra una de las últimas formaciones de quiscos, que le dan el nombre a la comuna. Existe una escalera para poder bajar a la
playa de piedras, pero yendo hacia la derecha, hay un angosto sendero que bordea el cerro que lleva a la Piedra de la Princesa, un paraje con
las mejores vistas a la bahía de El Quisco y que conserva una leyenda entre sus rocas. Se cuenta que la princesa de una tribu que habitaba el lugar, en un intento por evitar ser secuestrada por un grupo de españoles, le propuso al resto de las jóvenes lanzarse al mar desde la roca más alta existente en este lugar. La leyenda cuenta que tras subirse a la parte más alta y antes de lanzarse al mar, su pie derecho quedó estampado en la dura y fría roca como mudo testigo de su valentía.

Este mirador de peculiar belleza está ubicado en la zona norte de nuestra comuna. Allí se puede apreciar distintos paisajes naturales de acantilados costeros donde se encuentra flora como la cachicabra, tupa y chaguales, por mencionar algunos. Se pueden observar una gran cantidad de cactáceas denominadas quiscos. Debido a este cactus es que la comuna tiene su nombre.
También se encuentra la piedra de la leyenda del Pie de la Princesa que
data desde cuando los españoles llegaron a estas tierras.

De aspecto muy similar a la Poza el Batro, esta sólo es un poco más
grande y con característica de playa con arena en vez de rocas. Posee un oleaje muy tranquilo y de aguas cristalinas, y considera desde la Piedra del Lobo hacia el norte de la comuna, limitando con la costanera norte. Playa no apta para el baño en ninguna época del año.

Corresponde a la desembocadura del estero El Batro, el cual colinda con la playa del mismo nombre. Forma parte del ecosistema que alberga gran cantidad de especies de flora y fauna, conteniendo parte de la riqueza natural de la comuna.

Ubicada frente a la Playa El Batro, es una de las quebradas que llegan con salida al mar. Si bien su acceso no es el más óptimo ya que se encuentra el puente, esta puede albergar variada cantidad de aves nativas y de plantas típicas del borde costero. Se pueden realizar caminatas de
menor esfuerzo ya que la quebrada en sí no es tan empinada.